💋 Besos, interocepción y neurodivergencia: cuando el cuerpo siente distinto
En las primeras etapas de una relación, los besos suelen ser una forma de acercamiento emocional y erótico. Pero para muchas personas neurodivergentes, besar no siempre se siente "natural" o automático. A veces es torpe, desconcertante, o incluso incómodo sin una razón aparente.
👉 Esto no significa falta de interés ni ausencia de deseo, sino que tiene que ver con cómo el cuerpo procesa las sensaciones. Aquí entran en juego dos funciones sensoriales clave: la interocepción y la propiocepción.
🌡️ Interocepción: sentir lo que pasa dentro
La interocepción es la capacidad de percibir las señales internas del cuerpo: hambre, sed, ritmo cardíaco, tensión muscular, necesidad de orinar, entre otras.
En personas neurodivergentes, como quienes tienen autismo o TDAH, esta capacidad puede estar alterada. Eso significa que pueden tener dificultades para registrar señales corporales sutiles como el deseo, la excitación o la incomodidad.
🔎 En una situación íntima, esta desconexión puede hacer que la persona no sepa si quiere continuar, si está disfrutando o si algo la está abrumando. Y cuando la intimidad es con una pareja nueva, la carga emocional, sensorial y social es aún mayor.
🤲 Propiocepción: saber dónde está el cuerpo
La propiocepción es el sentido que nos dice dónde está nuestro cuerpo en el espacio. Nos ayuda a regular la presión al besar o abrazar, y a coordinar los movimientos para que el contacto físico fluya.
Cuando está alterada, pueden aparecer los llamados "besos raros": demasiado intensos o demasiado suaves, descoordinados, o con una percepción difusa de los límites entre el propio cuerpo y el de la otra persona.
Esto muchas veces se malinterpreta como torpeza, frialdad o desinterés, cuando en realidad se trata de una diferencia neurológica en el procesamiento sensorial.
🧩 La intimidad más allá de lo sensorial
Besar no es solo una acción física. También involucra:
- Lectura social: ¿Cuándo es "el momento adecuado"?
- Regulación emocional: ¿Me siento cómodo/a? ¿Esto es seguro?
- Consentimiento mutuo: ¿Estoy interpretando bien las señales? ¿Puedo expresar lo que quiero sin miedo?
Para muchas personas neurodivergentes, estas capas sociales y emocionales también pueden ser un desafío. Por eso, no se trata solo de besar distinto, sino de habitar la intimidad desde un lugar diferente.
🛠️ Consejos básicos para una intimidad más habitable
- Nombrar lo que se siente 🗣️: compartir con tu pareja si algo se percibe extraño o difuso puede abrir espacio para la comprensión.
- Consentimiento verbal ✅: preguntar con calma (“¿Quieres que nos acerquemos más?”) genera confianza.
- Pausas sin culpa ⏸️: detenerse no significa rechazo, sino cuidado del momento.
- Explorar otras formas de contacto 🤗: presión profunda, caricias distintas o gestos menos clásicos pueden resultar más agradables.
- Hacer acuerdos previos 📝: hablar antes de lo que gusta o incomoda, para entrar a la experiencia con claridad.
🌈 Hacia una intimidad más auténtica
Hablar de interocepción y propiocepción en el contexto de los besos es también hablar de diversidad corporal, consentimiento informado y neurodivergencia. Es reconocer que no todos los cuerpos sienten igual y que eso merece cuidado y respeto.
En Salud Divergente creemos que la intimidad no debería vivirse desde la norma rígida, sino desde la creatividad, la comunicación y la posibilidad de hacerla habitable para cada persona.
📌 Este contenido es educativo y no reemplaza la orientación profesional. Para apoyo clínico, recomendamos consultar a profesionales de la salud capacitados en neurodivergencia.
